15 de julio del año del amor

Vicente Herrera Márquez

Lo nuestro no requiere de un 14 de febrero,
tampoco de un día señalado en el calendario,
una fiesta o una ceremonia con el nombre del amor.
Nuestros serán, aún con altibajos, distancias y adioses aparentes,
todos los días, con sus noches, que sumen doce meses,
mientras la memoria recuerde y leamos nuestros versos.

La fecha marcada y destacada en nuestro calendario personal,
será aquél día entre un verano del norte y un invierno del sur;
en una noche que fue ocaso de lunes y amanecida de martes,
en un refugio escondido, allá donde anidan las cigüeñas,
y donde con preámbulo en euskera y castellano
incitamos y dimos razón a los instintos de pieles solitarias.

Ese día 15 de julio se confabularon los versos con la noche de Navarra;
se unieron labios en beso sellando un conjuro de razas;
se humedecieron sábanas , con sudor de pieles de latitudes distantes
y al unísono en suspiros y estertores de placer,
una mujer y un hombre, tú y yo, unidos con lazos de distancia,
con tus versos y los míos, conjugamos el verbo amar,
en dos idiomas, con todos sus modos, tiempos y... posiciones.

 

Incluido en libro: El Cierzo indómito
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