Amigas, amigos…

Vicente Herrera Márquez 

Hoy quiero dejar aquí mis letras de despedida y esto  no quiere decir que me estoy yendo  ahora, un rato más o mañana temprano. No, no es así, solamente quiero que la partida por la ausencia  enferma o el inicio del viaje largo me encuentre de repente y desprevenido y por lo tanto no alcance a decirles hasta luego, hasta pronto o hasta siempre.

Queridas amigas y estimados amigos, en la vida se presentan fechas que si bien no están marcadas en la bitácora del viaje, igual en algún momento llegan, por imprevistos, por trabajo, por problemas familiares o sencillamente por flojera como diríamos en Chile o por fiaca en Argentina, por causas de cualquier otro orden y también por un gran motivo que dejé para el último, el  motivo de salud, aunque esto puede ser mentira y el verdadero motivo es que…

En mi caso, a mis setenta y tantos, si bien es cierto aún camino a paso firme, altivo y erecto, sobre todo erecto y no padezco de una enfermedad invalidante, ya hay algo que me está dificultando distinguir bien las señales de tránsito, encender el computador,  escribir con buena letra y darle sentido a un poema. Por eso he pensado comenzar a recorrer el sendero que me lleve a mis cuarteles de invierno, al igual que un viejo elefante.

Quiero agradecer a todas las amigas y amigos que acogieron mis letras y tanto a mí como a ellas les brindaron su cariño, quisiera nombrarlos a todos, pero como la memoria me va a traicionar olvidando más de algún nombre, prefiero extender mis brazos y en un gran abrazo contener a todas y todos las poetisas y poetas, las escritoras y escritores, escribidoras y escribidores y a todas y todos aquellas y aquellos  que sólo se autonombran aprendices o amantes comprometidas/os con las letras libres, (Y que son las que más admiro)  letras que muchas, muchas veces, aunque simples y sencillas, alcanzan categorías de gran belleza e importancia.

Hay versos y cuentos que no alcancé a subir y aún hay letras que están formando palabras que espero alcanzar a escribir. De todas formas si buscan me pueden encontrar en Internet.

Quisiera extenderme más, pero la luz del sol se hace poca, me cuesta hilvanar palabras y mis ojos se nublan, por ello no puedo seguir escribiendo y además las despedidas largas aburren y mejor dejar que lo extenso sea parte de la ausencia y la soledad.

Gracias por todo amigas y amigos, les dejo todo mi cariño y los llevo en el recuerdo.

Incluido en el libro: Pinceladas de tinta, inquietudes, divagaciones y otros.
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